La radio: espíritu sonoro y diverso

Foto: Bruno Suárez Romero

Por: Maya Quiroga

Los jardines del palacete ubicado en 17 y H, en El Vedado, fueron el escenario ideal para celebrar, en una mismo jornada, los 99 años de las primeras transmisiones radiales ininterrumpidas en la Mayor de las Antillas y el aniversario 60 de la fundación de la Unión de Escritores de Cuba (Uneac).

En un sencillo acto, donde estuvieron presentes Rogelio Polanco, jefe del Departamento ideológico del Comité Central del Partido; Luis Morlote Rivas, presidente de la Uneac y Alfonso Noya, presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT),  la Directora General de la Radio Cubana, Yuzaima Cardona, lanzó la campaña por el centenario de la radiofusión en la Isla.

En sus palabras de elogio a los radialistas del patio la también periodista se refirió a este medio de comunicación como:

La voz, el sonido de la vida, los efectos, el arte y la información permanente, la imaginación profunda, la imagen que construye el oído en toda su dimensión. ¿Quién ha podido arrancar esas urgencias, esas pasiones, esas memorias? ¿Quién podrá? A lo largo del archipiélago cubano, de la punta al cabo, en las ciudades y en los municipios, un centenar de casas radiales, es decir, un centenar de latidos.

Rememoró a muchos de los artistas que con tanta entrega y pasión, aún en tiempos difíciles, han hecho posible el milagro del sonido a través de las ondas hertzianas:

Hacemos una profunda reverencia hoy cuando recordamos a figuras de nuestra historia sonora, tan unidas a la radio: pioneros como Manolín Álvarez y Luis Casas Romero, a clásicos como Félix B. Caignet y Alberto Luberta, a damas como Caridad Martínez, Aurora Basnuevo y Miozotis Fabelo, a voces como la de Julián Ercilio Navarro Cuello, la familia de los Alarcones y al gran César Arredondo.

“Y cuando decimos nombres inolvidables como los Isabel Aida Rodríguez, Juan Emilio Friguls o Luis Agesta; Iván Pérez, que es decir fidelidad, o Ismael Rensoli, radialista de pies a cabeza; Ángel Luis Martínez, César Hidalgo, Manuel Ramírez Heras, Andrés Machado Conte”.

Al medio radial se refirió como: aires de renovación, pasión intacta y refirió que quedan muchas “historias construidas desde el terruño, desde el amor desboradado, desde la atmósfera dramática, desde el éter y desde la red de redes”.

Ponderó el papel de la radio en estos tiempos tan difíciles para la creación artística, signados por pandemias y ciclones:

Escenarios en los cuales nos hemos reinventado y hasta exhibimos nuevas maneras de hacer y aprovechamos lo que ayer nos parecía ajeno: grupos de WhatsApp, de Facebook, perfiles de Telegram, en Instagram y hasta nos vemos en YouTube, espacios que lo creadores aprovechamos para hablar de poesía, de valientes frente al nuevo coronavirus que nos ha cambiado la vida y las formas de hacer.

Aseguró que la radio no ha fallado y sus artistas, tampoco: “Tenemos la fiesta de la patria, la fiesta de la gente. No nos referimos a la perfección, nos referimos al espíritu sonoro y diverso.

“La radio siempre está. La radio es su gente. La radio entretiene, informa y cultiva. La radio hace grande lo cotidiano. Es, como dijo el artista, una palma para la cultura cubana. Vivimos hoy el día uno de nuestro centenario, camino que recorreremos junto a los artistas y escritores de Cuba. En la Unión está la fuerza y en la radio, también”, concluyó.

En el acto, el presidente de la Uneac señaló que no sería posible la promoción, la difusión, ese diálogo que tenemos con la dirección del gobierno y el Partido, ese encuentro con el pueblo, sin nuestros medios de comunicación que, de manera sistemática, estuvieron amplificando nuestra realidad.

Por parte de la presidencia de la organización que reúne a la vanguardia artística cubana se le entregaron sendos reconocimientos al presidente del ICRT y a la Directora General de la Radio Cubana y por el trabajo que se realiza de conjunto entre ambas instuciones Yuzaima Cardona reconoció a la Uneac en su cumpleaños 60.

Como colofón tuvo lugar un concierto de la emblemática orquesta Aragón, al decir de Magda Resik, vicepresidenta de la Uneac, una parte intrínseca de la historia de la Radio Cubana y de nuestra cultura.