Memorias del cine

José María Vitier en Fresa y Chocolate

Por: Rafael Lam

Ahora que se cumple  el 25 aniversario de una emblemática película protagonista de una revolución social, Fresa y chocolate, dedicamos una crónica a José María Vitier quien realizó la musicalización de la película.

El filme se basó en el cuento de Senel Paz El Lobo, el bosque y el hombre nuevo. Con la dirección de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, la producción general de Miguel Mendoza y Camilo Vives, la dirección de fotográfica de Mario García Joya y la director de arte de Fernando O´Relly. Además el  reparto contó con las figuras de Jorge Perugorría, Vladimir Cruz,  Mirta Ibarra,  Francisco Gattorno, Joel Angelino y Marilyn Solaya.

El audiovisual conquistó siete premios Corales en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en su XV edición, efectuado en La Habana en 1993, además del Premio Goya (1995) y la nominación al Premio Oscar (1995).

En la película José María utiliza música de Ernesto Lecuona y una canción interpretada por Benny Moré. Pero el tema principal tiene una atmósfera que evoca a otros temas contemporáneos. La música debe evocar momentos de la vida, de lo contrario sería una música sin vida.

Desde luego, en la musicalización de películas, Vitier tiene una larga historia: Polvo rojo y Techo de vidrio, 1982; El corazón sobre la tierra, 1983; En tres y dos, 1985; Un señor muy viejo con unas alas enormes, 1988; Río Negro, 1989; El siglo de las luces, 1992, Mascaró, el cazador americano, 1992; Fresa y chocolate, 1993; El elefante y la bicicleta, 1994; Salón México, 1995; Cosas que dejé en La Habana, 1997. Un paraíso bajo las estrellas, 1999.

Vitier realizó estudios de piano en 1962 con Cecilia Echevarría y los continuó en 1965 con Margot Rojas. Entre 1968 y 1975, fue alumno del Conservatorio Amadeo Roldán, donde tuvo como maestro a César López.

En 1977 ingresó como pianista y compositor al Grupo Síntesis, a la vez fue profesor de la Escuela Nacional de Arte; en 1979 viajó a Bulgaria para participar como pianista acompañante de la violinista Rosa María Estrada, en el Festival Bandera por la Paz; en 1983 fundó y dirigió su propio grupo, donde él fungía como director y pianista; Lázaro González, violín y teclados; Nicolás Sirgado, bajo eléctrico y guitarra y Miguel A. Rodríguez, Eugenio Osorio y Antonio Carreras, percusión.

En 1984 viajó a la RDA para participar en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes; en 1986 compuso el tema Desde la aldea, que identifica al Festival del Nuevo Cine Latinoamericano; participó en el Festival Latino de Nueva York; realizó una gira por México, y allí se presentó en el teatro Ollin Yolixtli, de Ciudad México, y en otros lugares como Mexicali, Guadalajara y Guanajuato; ese mismo año, en una segunda gira a ese país, participó en el Festival Cervantino; en 1987 viajó con su grupo a Indianápolis, Estados Unidos, y se presentó en Jazz-Plaza ´87 y en el Festival Internacional de Varadero; en 1988 participó por segunda vez en el Festival Cervantino, México, y recibió el premio Ocella a la mejor música de un filme: Un señor muy viejo con unas alas enormes, en el Festival Internacional de Cine de Venecia; en 1990 viajó con su grupo a Venezuela para presentarse en el Festival Internacional de Cine de Mérida; en 1991 actuó con su grupo en los festivales de jazz de Montreal y Toronto, Canadá; fue a París con su grupo, donde participó en el Festival de Cultura Afro-caribeña, última actuación antes de dedicarse a trabajar como solista.

En 1992 recibió el premio Coral por la música del filme venezolano-español Mascaró, el cazador americano. En 1993 viajó a Canadá, donde ofreció conciertos con su música para piano, acompañado por la saxofonista canadiense Jane Bunnet, el contrabajista Carlos del Puerto, hijo y el pianista Frank Emilio, con los que actuó en el Glenn Gould Theatre de Toronto; posteriormente se trasladó a México para participar en el Festival Cervantino, con la cantante Miriam Ramos y Carlos del Puerto. En 1994 viajó a España con Pablo Milanés; ese mismo año recibió el premio Pananbí, por la música del filme Fresa y chocolate, en el V Festival de Asunción, Paraguay; este filme fue nominado para el premio Oscar. En 1995 fue jurado del Segundo Concurso Internacional de Piano celebrado en Ciudad Juárez, México.

En las composiciones, su obra se caracteriza por su lirismo, y en ella se nota la influencia del rock, el jazz y la trova, así como una asimilación creadora de la tradición clásica europea. Podría decirse que su música tiene la particularidad de resumir las sonoridades que nos resultan más cercanas y atractivas de los diferentes géneros musicales de que se nutre; se trata, quizás, de una expresión nueva de la música popular cubana. Fue nominado al Premio Grammy por Salmo de las Américas, como mejor álbum de música clásica 2000, y en el Cubadisco, con Canciones del buen amor, premio en compilación 2002.

 

 

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