Sorpresa de verano
Por: Bruno Suárez Romero
Desde los años setenta del siglo XX, los radioescuchas cubanos tienen referencias sobre un programa nombrado Sorpresa. La primera versión del mismo surge en Radio Liberación y era un espacio musical conducido, en sus inicios, por el locutor Chucho Herrera. En otro momento por Coralita Veloz junto a Luis Felipe Bagós y, más tarde, por Franco Carbón.
El espacio alcanzó altos niveles de audiencia y se reconoce, por historiadores del medio, como uno de los más gustados dentro del género de programas musicales variados.
En el año 1984 deja de existir la emisora Radio Liberación y el espacio es trasladado a Radio Progreso, pero se mantiene en antena un corto tiempo.
El nombre de Sorpresa continuó sonando en el espectro radial, incluso a nivel continental, especialmente asociado, para ser exactos, a la presencia de cubanos en su entorno de producción.
A finales de la década del noventa la emisora Radio Rebelde retoma dentro del país el título de Sorpresa para un espacio como parte de su programación. Fue en el verano de 1999 y desde entonces está al aire como un programa dominical de participación.
El formato de radio revista favorece la participación tanto del público en el estudio como de los oyentes por vía telefónica. Las emisiones se movilizan a partir de una pregunta central, que se cambia cada media hora y tiene, además, como plato fuerte el tai break, ronda de preguntas con las que se miden los conocimientos de los equipos participantes.
Hace ya algunos años el director del espacio, Luís Ríos Vega proyectó realizar Sorpresa en televisión y esa idea se ha materializado en ocho temporadas entre veranos y fines de año.
Sorpresa XL, nombre televisivo del programa, es un interesante ejemplo de cuánto puede aportar la radio contemporánea al discurso audiovisual.
La conducción es realizada por locutores habituales de la radio: Magdiel Pérez, Jorge Ríos y Amaray Borlado, quienes sostienen su apego a los códigos del medio e interactúan entre sí, sin poses predeterminadas hacia las cámaras y, por ende, expresándose de manera más espontanea.
Se valida mucho en el programa el diseño sonoro con una dramaturgia cercana al lenguaje radiofónico, donde la música y los efectos ofrecen información sustancial, más allá del mero complemento de la imagen.
Esta propuesta de verano logra demostrar que se pueden conciliar tanto la diversión y el conocimiento, como la radio y la televisión, en un espacio, donde los códigos de ambos medios se imbrican sin prejuicios formales ni rutinas obligatorias.
En la presente temporada Sorpresa XL se realiza desde el Estudio 1, Benny Moré, de Radio Progreso. Un escenario que ha sido testigo de tantos éxitos relacionados con el arte y la cultura radial.