Blanquita Amaro: la diosa de la rumba en el cine (aniversario 95 del cumpleaños de la famosa artista)
Por: Rafael Lam
San Antonio de los Baños, además de contar con reconocidos cantantes de la música cubana como Fernando Collazo (21 de agosto de 1902-16 de octubre de 1939), René Álvarez (1918-1997) y Silvio Rodríguez (1946), cuenta también con Blanquita Amaro, símbolo de la rumba cubana de salón y una diva de Cuba y Latinoamérica.
Esta mujer se destacó en el teatro, revistas y el cine de toda América Latina. Nació el 30 de junio de 1923 y falleció el 15 de marzo de 2007, en la Florida. Desde muy pequeña, comenzó a actuar en la carpa teatro Yara, en Párraga y Santa Catalina, La Víbora y en un night-club de La Habana pese a la oposición de sus padres donde logró una rápida popularidad tanto en los teatros como en la radio de su ciudad natal, llegando al cine en 1938 con la película Estampas habaneras, con Garrido y Piñeiro y Mamá ha muerto. “Tenían que ponerme relleno en las ropas interiores, yo era simplemente una niña y debía lucir como una adulta”.
La simpatía que irradiaba y el electrizante movimiento que le imprimía a su ágil cuerpo la llevaron a compartir varias temporadas con las principales vedettes de una etapa artística cubana en la que ella supo destacarse por su novedosa forma de actuación.
Era un verdadero talento, muy temprano fue atraída por la música y el baile cubanos a los que ella les aportaba su pícara sonrisa y su esbelta figura.
Su paso por México
Viajó a México con su esposo y representante Orlando Villegas. En el DF fue bautizada como «La Reina del Mambo» y continuó filmando acompañando a figuras de la época como Pedro Infante en Escándalo de estrellas de 1944. “Pedro era sencillo y un ser humano extraordinario. La última vez que lo vi fue en La Habana, en Radiocentro, quería hacer otra película conmigo”.
Blanquita fue alcanzando un oficio con ayuda de su empresario mexicano, practicaba con una toalla en la cadera y lo hacía frente a un espejo. Llegó a presentarse en el Follies de México, exponía una rumba vibrante, con temperamento volcánico, todo muy mesurado. Su secreto estaba en el movimiento de los hombros, el cuerpo lo movía de manera ondulatoria.
En 1947 participó en Embrujo antillano, uno de los filmes musicales más costosos de su época, con Ramón Armengol y la famosa vedette cubana María Antonieta Pons, con la cual tuvo cierta similitud, aunque Blanquita tenía mucha flexibilidad en los hombros. Trabajó junto a Luis Sandrini, Tin Tán, Tita Merello, Alberto Closas.
En 1948 protagonizó Bésame mucho, con el dúo Los Quícaros y Delia Magaña, le llovieron los contratos en toda Latinoamérica. Siempre regresaba a La Habana, donde conoció al actor Luis Sandrini quien le ofrece un contrato en Argentina.
Su paso por Argentina
En 1947 se afincó en Argentina, donde muy pronto ganó una enorme popularidad. Se dice que fue la cubana que venció al tango. Luego de una exitosa temporada que compartió con Tita Merello, Pedro Quartucci y Alberto Castillo en la comedia musical Malena luce sus pistolas en el teatro Casino, continuó su carrera en los principales escenarios porteños, junto a las más populares figuras del momento.
En una visita a una iglesia pidió al santo San Cayetano mucho éxito y grabar una película. A los cinco días ya tenía el contrato con el español Luis Bayón Herrera. Filmó con Bayón Tiros, locura y mambo. La acompañaron Los Cinco Grandes del Buen Humor.
Se ganó una presentación en el Follies Bergere de París. También llegó a trabajar con el grupo femenino Las Mulatas de Fuego, dirigido y conducido por el coreógrafo Roderico Neyra “Rodney” del cabaret Sans Souci y después de Tropicana. Con Las Mulatas de Fuego visitó Uruguay y Paraguay, todo un suceso para la época. Llega a finales de agosto de 1952 a la Argentina donde filman La bomba atómica con Blanquita Amaro.
Sus vestidos resplandecientes, su amplia sonrisa y ese modo de actuación sensual y gracioso al mismo tiempo la convirtieron en una de las vedettes predilectas del público local, que siguió también su labor radial y agotaron sus discos grabados a lo largo de los años.
En radio hizo Canciones y sonrisas de América (1947), con Fidel Pintos, y Belleza tropical (1949), con Pablo Palitos. En 1948 debutó en el cine argentino acompañando a Los Cinco Grandes del Buen Humor en la película Cuidado con las imitaciones a la que seguirían Una noche en el Ta-Ba-Rin (1948), con Pepe Iglesias, A La Habana me voy, con Tito Lusiardo, El seductor, con Luis Sandrini, y Buenos Aires a la vista, con Pedro Irusta las tres de 1950; Locuras, tiros y mambos (1951), Bárbara Atómica, con Juan Carlos Thorry (1952) y Casada y señorita con Adolfo Stray, Pedro Quartucci, Tato Bores y el cantante Fernando Albuerne y Mi viudo y yo, con Alberto Closas ambas de 1954.
En 1959 regresó a Cuba, después fue a cumplir contratos en Nueva York. Más adelante produjo y animó su propio show televisivo, El show de Blanquita Amaro y trabajó en Dígalo con mímica.
Volvió a los escenarios porteños en la década de los ´70 junto a Amelita Vargas para retornar luego en forma definitiva a Miami. Su última aparición en el cine se produjo en 1980, con Olga Guillot, Raymundo Hidalgo-Gato y Pedro Román. También ganó premios por su trabajo en el teatro con Vidas Robadas, y fue muy aplaudida en Las Amiguísimas, una comedia que protagonizó con Griselda Nogueras y Néstor Cabel, que presentó en Panamá.
Durante 28 años, Blanquita Amaro presentó Cuba canta y baila, un show dirigido por su hija y producido por su yerno. El famoso actor Tony Curtis declaró a una revista española, “No me explico cómo es posible que la televisión ignore a una mujer como ella”.
Filmografía
Casada y señorita (1954)/ Mi viudo y yo (1954)/ Bella, la salvaje (1953) Bárbara atómica (1952)/ Locuras, tiros y mambos (1951)/ Una cubana en España (1951) Blanquita/ A La Habana me voy (1951)/ Buenos Aires a la vista (1950)/ El seductor (1950)/ Rincón criollo (1950)/ Una noche en el Ta-Ba-Rín (1949)/ Embrujo antillano (1947)/ Bésame mucho (1945)/ Escándalo de estrellas (1944) Elena Silveira/ Hotel de verano (1944)/ Prófugos (1940)/ Estampas Habaneras (1939) Caridad Valdés. En total filmó 29 películas entre México, España, Argentina, Cuba y Guinea Ecuatorial. Fue la primera cubana en filmar una película en África, Bella la salvaje. Las escenas se rodaron en la selva de Bata, Guinea Española. Un mono la mordió, le dio la fiebre amarilla, tifoidea, estuvo muy grave. (Datos de Adolfo Fernández)