Memorias del cine

Una despedida a Juan Carlos Tabío

Por: Rafael Lam

Foto: Prensa Latina

 

El director de cine Juan Carlos Tabío (1943) falleció el 18 de Enero de 2021 a los 77 años. En los últimos días dejé de verlo por mi calle, donde siempre dialogábamos de cine. Me sorprendió su fallecimiento, nunca hubiera considerado que tenía más de setenta años, por su delgadez no aparentaba esa edad.

Ya en la etapa última afrontaba problemas de sordera y la comunicación no era fácil. Dejamos sin hacer un proyecto de guión que nunca pudo cumplirse.

En otros tiempos hablamos de las dificultades por las que tuvo que pasar al empezar en el mundo del cine: “Comencé en 1961, en una etapa temprana del Instituto Cubano del Arte  e Industria Cinematográficas (Icaic). En esa primera etapa ayudaba en cualquier cosa, lo mío era aprender y aprender. Primero se entra con los documentales, con proyectos sin mucha responsabilidad. Pero, poco a poco me fui adentrando en el mundo del cine, se aprende a cocinar cocinando. Se entra en el arte viendo como lo hacen los que saben”.

Nace en La Habana en el año 1943. En 1961, comienza a trabajar en el ICAIC como asistente de producción y después como asistente de dirección. En 1963, realiza su primer documental y a partir de ese momento colabora en los guiones de varios filmes importantes de la cinematografía cubana.

Entre 1963 y 1980 realiza más de 30 documentales y, en 1983, dirige su primer largometraje de ficción, Se Permuta.

Pero Tabío tenía algo de talento en esa primera etapa, conocía al dedillo el modo de vida de nosotros los cubanos y, por esa vía se fue encaminando, algo dentro de lo cotidiano que acontece en la vida del pueblo. Era adicto a la comedia social y crítica.

“Mira, a través del humor se pueden hacer las mayores críticas sociales que puedas imaginar. Los seres humanos no son infalibles, están llenos de defectos, no somos nada perfectos y, por esa calle entro yo, mostrando el desenvolvimiento social de un país”.

Todo parece indicar que Tabío caía bien y, le fueron dando oportunidades que supo aprovechar. La primera oportunidad de un largometraje se lo brindan en 1984, en el título Se permuta.

En Cuba la permuta de vivienda es parte del folclor, del panorama de los cubanos. Hay gente que, de cierta manera, hasta toma cursos para poder mejorar de vida.

El tema era potable y, las figuras no menos atractivas: la gran artista diva de Cuba Rosita Fornés, el actor Mario Balmaseda y la actriz Isabel Santos, una constelación de estrellas.

La película fue muy vista, era algo que tocaba a todo el mundo y, era muy potable para la comedia.

Después vinieron otros compromisos: Plaff, sobre el tema del miedo a la vida que mucha gente tiene. La inutilidad de enfrentar los problemas. Un tema de comedia, pero detrás de esos huevos que le tiran a la actriz Daisy Granados -en su plena madurez-, había mucho de carácter y de modo errado de vida.

Muy recordado es el filme Lista de espera, relacionado con los avatares de las estaciones de ómnibus, en el centro del país, en la que Jorge Perugorría se luce en el personaje de un ciego. Una película algo rocambolesca de enredos y de las dificultades del transporte en las provincias.

Después vino El cuerno de la abundancia, largometraje de ficción 2009, con la Productora Icaic y Tornasol Films la película fue dirigida por Juan Carlos Tabío y el guion de Arturo Arango. En Yaragüey, un pequeño pueblo imaginario del interior del país, los miembros de la familia Castiñeiras reciben la noticia de que pueden recibir una herencia millonaria.

Vuelve a trabajar con Jorge Perugorría, Vladimir Cruz y también incluye a Laura de la Uz, Enrique Molina, Paula Alí, Thaimí Alvariño, Mirta Ibarra, Omar Franco, Héctor Quintero, René de la Cruz (hijo) y Edith Massola.

Otras películas fueron,Aunque estés lejos, El elefante y la bicicleta, se trata de El Isleño, un joven que pretende hacer fortuna para casarse con Marina Soledad, su amor de adolescente, lleva el cinematógrafo por primera vez a un recóndito pueblecito rodeado por el mar. Está unido a la tierra firme por un frágil puente de madera que aparece cortado después de la primera proyección, a imagen y semejanza de lo ocurrido en Robin Hood, único filme que ha traído el isleño.

Entre 1989 y 1990 fue profesor de guion y dirección cinematográfica en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. Ha impartido además talleres de guion, dirección y dramaturgia en varios países (México, Costa Rica, Panamá) y sus filmes han obtenido premios nacionales e internacionales.

Después aparece Dolly Back, hasta que hace una alianza de enorme importancia con Tomás Gutiérrez Alea que estaba padeciendo de cáncer. Por lo tanto, lo reclama para que lo acompañe en la película Fresa y chocolate (1993), que ya sabemos que resultó un suceso nacional e internacional.Producida en coproducción con España-México. El filme está basado en el cuento El Lobo, el bosque y el hombre nuevo del escritor cubano Senel Paz, autor también del guion cinematográfico.

La experiencia resultó y, la continuaron con la película Guantanamera en 1995.

En 2011 comenzó a trabajar en el proyecto de la serie largometraje Siete días en La Habana, junto a Benicio del Toro, el director español Julio Medem, el francés Laurent Cantet, el argentino Pablo Trapero, el palestino Elia Suleiman y el argentino-francés Gaspar Noé.

Los premios nacionales e internacionales de Tabío engrosan una larga lista, sin dudas que hay que recordarlo en esta despedida por su aporte al cine cubano.

 

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