Un sitio del arte en la televisión cubana
Por: Maya Quiroga
Fotos: Fotogramas del espacio Sitio del Arte
Hace tres lustros vio la luz el espacio Sitio del Arte. Se concretaba así el sueño de la periodista y realizadora Julia Mirabal, –con más de 30 años de experiencia en la profesión–, de poner en pantalla un producto comunicativo que apelara a la inteligencia de los espectadores e indagara en preocupaciones latentes en la sociedad cubana.
En aquel entonces resultó muy sugestivo y moderno el diseño de presentación del programa que hacía alusión al lenguaje de Internet y simulaba la navegación por un sitio web donde se podían encontrar disímiles informaciones socioculturales acerca de la vida en la Cuba del siglo XXI.
Fue Manolito Iglesias el gestor de ese diseño que simula ser una web televisiva. Mientras que X Alfonso creó la música original del programa, pensada a partir del montaje audiovisual.
Si bien, en el momento de creación del espacio su presentación fue muy novedosa, al apropiarse de los códigos antes señalados y sumar otros cercanos al mundo del videoclip y el séptimo arte, a la luz de los nuevos tiempos la población cubana tiene nuevos referentes visuales, mayor acceso a la Red de redes y para los jóvenes es muy atractivo el entorno que ofrecen las redes sociales. Mirabal ha reconocido que ya es hora de realizar algunas transformaciones en el diseño y en la música, y que ya están trabajando en ese sentido.
Desde su nacimiento en el año 2003, Sitio del Arte ha contado con un grupo de especialistas comprometidos con el desarrollo del espacio. Juan Carlos Travieso mostró su destreza como realizador de imágenes y su gran capacidad para experimentar en el campo de la edición lineal y no lineal. A él se sumó Pedro Vargas y otros editores con el montaje del programa en AVID.
Luego de un proceso de casting, Julia escogió a Marino Luzardo como la voz informativa del espacio, especialidad que defiende con gran maestría hasta la actualidad. El periodista Eduardo Herryman ha sido el brazo derecho de la directora desde el comienzo del programa.
Entre las preocupaciones de la realizadora estuvo siempre seleccionar a un grupo de especialistas dotados de la capacidad para hablar ante las cámaras con soltura y que se convertirían en la voz e imagen de la crítica cultural cubana.
Así llegaron al espacio la musicóloga Neris González Bello, el teatrólogo y crítico, Omar Valiño, director de la Casa Editorial Tablas-Alarcos; el doctor y especialista en danza, Noel Bonilla; el arquitecto Nelson Herrera Ysla, con sus conocimientos sobre artes plásticas; el crítico de danza Ismael Albelo y el crítico cinematográfico Joel del Río, quien ha calificado Sitio del Arte como “el mejor programa de promoción y crítica cultural que existe en nuestra televisión”.
Desde mi punto de vista, el segmento de la crítica, aunque partía del diálogo con un periodista, resultaba demasiado extenso y a veces llevaba a que decayera la curva de interés y la atención de los espectadores, mucho más interesados en los reportajes y otras secciones informativas que presentaba el espacio.
Lamentablemente, algunos de esos especialistas hoy aparecen en otros programas de la televisión y se ha perdido la exclusividad de los críticos que era una característica de la producción audiovisual dirigida por Julia.
Sitio del Arte era un espacio adscrito al Sistema Informativo de la Televisión Cubana (SITVC) –hoy Canal Caribe–, pero nunca operó con los códigos de la inmediatez que demanda un noticiero. A lo largo de su historia ha tenido entre sus cartas de triunfo las profundas investigaciones en torno a la cultura cubana en su sentido más holístico y sin compartimentos estancos que la dividieran en alta cultura y prácticas culturales.
Se partía de un concepto abierto y muy profundo de la cultura nacional para poder hacer evaluaciones sobre temas acuciantes relacionados con la emigración, la homosexualidad, el racismo, las diferencias sociales, la relectura del marxismo, la separación familiar, la doble moral, las religiosidades, la identidad nacional, entre otros.
Áreas escasamente abordadas en la prensa televisiva como el diseño y la arquitectura también han encontrado cabida en Sitio del Arte sin dejar de tocarse la enseñanza artística en la Mayor de las Antillas, la conservación del patrimonio, la política cultural de la Revolución, los eventos nacionales e internacionales realizados en Cuba, la relación arte y mercado, las industrias culturales, así como las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
Gracias a la comprensión de los códigos estéticos planteados por la directora, por parte de algunos corresponsales del SITVC, se lograron realizar relevantes trabajos periodísticos sobre la influencia haitiana en la cultura cubana y mostrar tradiciones de poblaciones autóctonas que habitan en la región más oriental del país. En ese sentido, Yanela González, desde Guantánamo, y Ana Valdés Portillo, desde Matanzas, han sobresalido por sus colaboraciones informativas.
Como una muestra de su vínculo estrecho con la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, Sitio del Arte siempre les ha abierto sus puertas a estudiantes de Periodismo o a las más jóvenes generaciones de reporteros en los inicios de sus carreras profesionales. Quien redacta estas líneas puede dar fe de tal afirmación pues, hace unos ocho años atrás, tuvo el honor de formar parte del colectivo comandado por Julia.
Con sus altas y bajas, sus períodos de turbulencias e incomprensiones, Sito del Arte ha transitado por distintos períodos y horarios poco favorables para los seguidores del espacio. En fechas más cercanas ha estado programado los sábados, a partir de las cinco de la tarde y desde hace algún tiempo sale al aire ese mismo día, pero cerca de las tres de la tarde, por Cubavisión. No obstante, muchos son los premios que atesora el programa lo mismo en certámenes nacionales como internacionales.
Ahora mismo existen varios espacios informativos que transitan el camino ya desandado por Sitio del Arte y la tropa que lidera Julia. En mi opinión, el programa debe trascender más allá de la estética reporteril y centrarse más en el abordaje de una temática desde la óptica documental, algo en lo que la realizadora ha mostrado destacarse en estos últimos 15 años.
Una muestra de ello fue la emisión del pasado 29 de septiembre donde se le rindió homenaje al aniversario 45 del estreno en Cuba del largometraje El hombre de Maisinicú, dirigido por Manuel Pérez Paredes.
Julia Mirabal también ha querido sumarse a la campaña de celebraciones por el aniversario 40 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. En la emisión de Sitio del Arte del 6 de octubre, la realizadora incluyó el espacio Memorias de un Festival, dedicado a la edición número 20 de la cita cinematográfica.
A través de un buceo en sus archivos personales, la periodista colocó en pantalla momentos donde ella, en calidad de reportera cultural, obtuvo declaraciones de la directora de cine, Betty Kaplan y el actor Harry Belafonte. Vimos fragmentos de reportajes, en la voz de la realizadora, un vox populi a los cinéfilos que aguardaban a la entrada de las salas de cine, escuchamos las palabras del cineasta Fernando Pino Solanas y nuevamente nos encontramos con el inolvidable Alfredo Guevara.
Con todas esas imágenes, almacenadas durante 15 años de vida del Sitio del Arte, se pueden contar otras historias, que resulten novedosas y atractivas para quienes no pudieron vivir algunos de los procesos culturales por los que ha atravesado las Isla en los últimos tres lustros.