Hoy finaliza telenovela cubana El rostro de los días
Por: Maya Quiroga
La telenovela El rostro de los días, con dirección general de Nohemí Cartaya y codirigida por Rafael Felo Ruiz, llega a su fin. Por sus niveles de gusto y audiencia significa un saldo positivo para la Televisión Cubana si se tiene en cuenta que en los últimos años esos productos dramatizados habían dejado de cumplir con su función primordial: entretener a los televidentes que se identifican con sus historias ficticias dotadas de un alto contenido melodramático– y las hacen parte de sus vidas, sueños y metas.
Así ha sucedido con las más recientes propuestas de la Casa Productora de Telenovelas del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). Me refiero a Vidas Cruzadas, Más allá del límite, Entrega y El rostro de los días que se han convertido en vitrinas para visibilizar algunos de los conflictos de la sociedad cubana actual, al revelar parte del imaginario colectivo de la nación y movilizar el intercambio de afectos y opiniones entre familiares y amigos.
En estos tiempos marcados por el aislamiento en medio de la pandemia de la COVID-19 las redes sociales han cobrado un papel protagónico al devenir una suerte de Ágora griega (constituía el centro de la vida pública y tenía entre otras funciones promover el ocio y el ejercicio de la democracia participativa).
Por vez primera los realizadores de una telenovela han explotado al máximo las bondades del escenario digital para promover las fotos del proceso de filmación y de sus actores como sucedió con las páginas oficiales @elrostrodelosdias/Programa de TV en Instagram y Facebook (en el momento de redactar estas líneas ya contaba con 13 mil seguidores).
De igual manera han surgidos varios grupos de WhatsApp que, unidos a las páginas personales de los protagonistas de la telenovela, han propiciado el intercambio de los actores y actrices con los diversos públicos.
Sin embargo, no todo ha sido color de rosa ante los conflictos fuertes y los detonantes atractivos de la trama. Por el civerespacio han pululado los insultos, los comentarios desagradables así como infinidad de memes, algunos muy chispeantes, ocurrentes y otros que lindan entre lo vulgar y lo soez.
Así sucedió a raíz de la polémica desatada con el acto de violación del padrastro pedófilo protagonizado por René, alias Machi (Roberto Espinosa Sebazco) quien ante las circunstancias se vio impulsado a escribir el siguiente comunicado en su perfil de Facebook:
No queremos ni insultos ni ofensas de aquellos que no distinguen entre la profesionalidad y la comprensión, lo que buscamos es soluciones para detener este tema que, mientras exista, no se dejará de tratar en los medios de comunicación.
Lo cierto es que desde El rostro de los días se han reforzado sistemas de valores éticos que debemos rescatar en los tiempos que corren: la decencia, la honestidad, el amor filial, la solidaridad con los más débiles o desvalidos, el respeto a las diferencias, entre muchos otros.
En tanto melodrama género no realista que se mueve en el marco de lo posible, lo que puede suceder o lo causal, prioriza la efectividad de la anécdota, triunfa el protagonista y casi siempre hay una enseñanza no faltan sus clásicos ingredientes, es decir, las intrigas que atentan contra el amor de pareja.
No obstante, los guionistas Ángel Luis Martínez Rodríguez y Sergei Svoboda se propusieron un replanteo de códigos ajenos al melodrama tradicional al incluir otras problemáticas que actualmente son objeto de investigaciones académicas en la Mayor de las Antillas como el envejecimiento población, el bajo índice de natalidad que atenta contra la tasa de remplazo, la maternidad y paternidad responsables.
Esta obra de ficción se complejiza con la introducción de temas más profundos como la mirada de género, el respeto a la orientación sexual y las desigualdades raciales, evidentes en la familia protagonizada por el matrimonio de Grisel y Jorge (Tamara Castellanos y Roberto Salomón), los hijos Sheila y Marcos (Karla Domínguez y Eddy Briggs) y la tía Reina (Mirtha Lilia Pedro).
Otro motivo de polémica en este audiovisual ha sido el uso, para algunos excesiva en determinadas escenas, de la banda sonora a cargo de Ernesto Cisneros quien fue el responsable de la dirección y producción musical de temas interpretados por Adrián Berazaín, Yoel Martínez (del dúo Buena Fe), Abel Geronés, el Dúo Iris, Giordano Guerra y Camila Daniela Filibert. De gran belleza y lirismo resulta la canción tema de despedida Mírame madre, compuesta por Dairon Rodríguez Lobaina (La Habana, 30 de agosto de 1984–13 de mayo de 2017) el tempranamente desaparecido guitarrista de Buena Fe.
El rostro de los días nos trajo de vuelta a la pantalla a dos grandes actrices Luisa María Jiménez y Daysi Granados, esta última, desde la locura de su personaje Mercedes puso la nota de color, fantasía y un toque de tradiciones propias del espiritismo con sus creencias de que el alma continúa existiendo después de la muerte física del cuerpo y acerca de las consecuencias de nuestros actos del pasado en el presente y en vidas futuras.
Si hablamos de otros tipos de responsabilidades con la verdad y con los hijos que decidimos traer el mundo no podemos dejar de mencionar a la tríada representada por los actores Tamara Morales, Yasmín Gómez y Erdwin Fernández.
De la novela vale destacar las actuaciones de Fernando Hechavarría, Nancy González, Ulik Anello, Roque Moreno, Rubén Breña, Yía Caamaño, Alicia Hechavarría y Obelia Blanco junto a los protagonistas jóvenes Roxana Broche, Niu Bring Ventura y Denys Ramos.
Con sus amantes y detractores, sus caminos bien trazados y otros donde debió profundizarse más a la hora de investigar para la escritura del guion, finaliza El rostro de los días luego de haber llegado a los hogares de la isla durante 83 capítulos.
Lo cierto es que ha causado mucho ruido. Casi a toda hora se ha hablado de sus historias y sus personajes en la prensa digital, plana, la radio, la televisión, en la calle, en las redes sociales. Ha sentado un buen precedente, en los medios de comunicación y en cierto sector de la crítica especializada.
Nosotros concluimos este comentario con la esperanza de que las próximas telenovelas cubanas –que vendrán cuando finalice la pandemia– vuelvan a acaparar la atención de la mayoría y provoquen mucho debate, en todos los escenarios posibles, pero sin agresiones físicas ni verbales.
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