Pinar del Río, tierra de tabaco y cómic
Por: Haziel Scull
Como ya va siendo reconocido por varios investigadores, Cuba desde hace más de 20 años perdió todo rastro de publicaciones seriadas dedicadas al cómic. Tras el inicio del Periodo Especial desaparecieron la mayoría de ellas y solo en algunas revistas, como Pionero y Zunzún, y en periódicos tipo Pa´lante y Melaíto, sobreviven no sin las dificultades que siempre ha tenido el género para existir.
Reconociendo estos problemas y con la premisa de que la creación muchas veces trasciende lo institucional, es que desde el 2016, en Pinar del Río, existe una publicación dedicada por entero al cómic. Dirigida por el historietista Roberto Martínez García (Rómez), quien es además su editor y diseñador, el magazine llamado Viñeta 9 se ha planteado promover a los artistas de cómic de la más occidental de las provincias y replicar en sus páginas todo tipo de actividad dedicada a la historieta.
Quienes en ella publican, no salen de la autodidáctica, generalmente son integrantes o ex integrantes del Taller Experimental de Cómic y Manga, impartido por el propio Roberto en el municipio San Luis y de Shin Sekai, realizado en la Casa de la Cultura Pedro Junco de la capital provincial. Este último es dirigido por el historietista Yunior Ramírez Duarte, fundador y director del proyecto Gato Negro Komix, encargado de promover la cultura de la historieta y núcleo de todo el movimiento del cómic pinareño.
Viñeta 9 es un espacio para la difusión de lo que se está haciendo por el cómic en la región vueltabajera.
Viñeta 9 funciona como portavoz de las acciones que realiza este proyecto (uno de los más activos en el país). Surge con el fin de promocionar y de alguna manera publicar todos los cómics inéditos que ha realizado Gato Negro Komix desde su fundación[1], sentencia su creador. En ella, aparte de la publicación de cómics, también se encuentran entrevistas y portafolios de artistas. Se les da espacio a la presentación de los trabajos del taller y, en sentido general, es un medio de expresión para la comunidad historietística provincial, sirviendo de espacio para cubrir las exposiciones y eventos que se realicen. Dado su carácter digital y underground, representa la esencia del cómic pinareño y se convierte en un grito, un llamado de atención, hacia todos los consumidores del 9no arte en el país.
Sin embargo, ver este zine solo como una manera de promover el arte de la más occidental de las provincias cubanas es quedarse con una visión simple de un proyecto que va más allá. Estamos ante un grupo de artistas que ha ido transformando el espectro y rescatando la tradición del cómic nacional de dos maneras que pocas veces vemos en un mismo proyecto.
Primeramente, como ya se ha dicho, es un espacio para la difusión de lo que se está haciendo por el cómic en la región vueltabajera. Conversando con sus integrantes y analizando los cómics que se publican podemos inferir que responde a una necesidad real y objetiva de promoción que las instituciones, por diversas razones, son incapaces de dar. Muchos de los artistas que se encuentran en la plantilla de la revista tienen esta como el único lugar donde mostrar su trabajo. Otros lo hacen por el compromiso con el noveno arte.
La otra gran valía es la creación inconsciente de una escuela dentro de la gran escuela de cómic cubano. Esta revista, con más de cinco años de historia y nueve números editados, es la más antigua dentro de los fanzines independientes[2] surgidos en Cuba en el siglo XXI. Fue capaz de nuclear creadores de distintas tendencias pictóricas con el único compromiso de trabajar por el entendimiento del cómic como una manifestación del arte profesional.
Nunca han realizado exposiciones como revista. Aunque las presentaciones de sus números son, en sí mismos, actos donde la expansión de la calidad artística alcanzan las características de cualquier exhibición de museo de arte. Eso sí, muchas de las obras que han publicado, junto a otras del grupo Gato Negro, sí se han visto en galerías mediante proyecciones, conferencias, etc. El equipo de redacción, integrado por Carlos Manuel Lorenzo, Julia Rita Rodríguez, Yasmani Gonzales y los ya mencionados Roberto Martínez y Yunior Ramírez ha sabido construir un universo de tinta que trasciende las páginas virtuales de la revista y se consolida en el mundo del cómic nacional.
Viñeta 9 es un éxito de la cultura pinareña y nacional. Es la muestra de que sí se puede, incluso con el desgano institucional, crear un espacio propio que mantenga los códigos de creación particular intactos. Sin embargo, Viñeta 9 trasciende porque es el ejemplo de que, aún en una época donde dibujar cómics no es sinónimo de riquezas, mantiene un equipo que a su vez tiene un compromiso de contarle historias a un público. Tal vez no sean las mejores historias, pero tienden a ser las más reales.
[1] Entrevista realizada a Roberto Martínez por el autor. 12 de abril del 2022.
[2] Nos referimos en este caso a Yomerizzo, Apulpso, Krystapp o Diario de un curioso, todos e-zines desaparecidos tras la aparición de sus primeras entregas.
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