Agenda informativadestacado

Perejil

Por: Bruno Suárez Romero

Perejil, en la muestra no competitiva del recién concluido 43 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano tocó hondo la sensibilidad de los espectadores

El cine juega bien su rol al exponer, en cuidadas imágenes, un relato inspirado en La Masacre del Perejil, un doloroso suceso que involucra a República Dominicana y Haití. Dos naciones que comparten un mismo territorio insular (La Española) y significativos nexos culturales.

 La trama se moviliza a partir de las penurias que padece la joven haitiana Marie, encarnada por la actriz Cyndie Lundy, quien llega a esta muestra cinematográfica laureada en el festival de cine de Oldemburgo, Alemania, por su protagónico en Perejil.

En el año 1937 las circunstancias políticas favorecían un clima de xenofobia hacia los haitianos que habitaban territorio quisqueyano y Marie, desposada con un dominicano y con avanzado estado de gestación, es víctima junto a su pueblo de actos de lesa humanidad por parte de efectivos militares que respondían al mandato del tristemente célebre general Rafael Leónidas Trujillo.

El director del filme José María Cabral profundiza en elementos de la antropología social mostrando los ritos y demás conductas de este grupo humano que podemos reconocer entre los más discriminados de la historia.

La Masacre del Perejil se fundamentó en la idea fascista de que la presencia de haitianos en tierras dominicanas afectaba la suerte del país. Hombres, mujeres y niños eran obligados a pronunciar la palabra perejil, que por la lógica de las marcas lingüística develaba la identidad étnica de quienes la pronunciaban.

La fe es uno de los recursos con los que se teje la verosimilitud del guion desde el que se ofrece un entrelazado de sucesos y peripecias que imponen alto nivel de tensión a la trama.

Los personajes son expuestos a situaciones límites donde la supervivencia muchas veces depende del martirio de otro ser humano. El actor Ramón Emilio Candelario, quien interpreta al esposo de Marie, protagoniza una de las escenas más ilustrativas de la crueldad a la que llegó el Trujillismo, al verse su personaje obligado a matar y luego ser ejecutado. Por tal rol este actor fue galardonado en el certamen de cine de Huelva.

El sonido trasmite en cantos y atmósferas la naturaleza del dolor. La imagen del fuego se expone como símbolo del castigo y Marie defiende la vida que lleva dentro a costa de severas mutilaciones que invocan la rebeldía ancestral de las divinidades adoradas por su pueblo.

La Masacre del Perejil costó la vida a un número estimado entre 17000 y 35000 haitianos. El cine recrea este hecho en sus dimensiones explicitas y propone, desde el filme, no olvidar jamás la historia, pero como parábola nos muestra una profunda oda a la vida en su final.

Estamos en redes sociales:

En Facebook

En Twitter

En Telegram

En Youtube

¿Te Gusta?
 
 
   

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *