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Libertad, la película que inaugurará el Festival de Cine de Gibara

                   

Por: Valia Valdés

La Muestra de Cine Español inaugurada en La Habana el pasado 27 de julio, la cual, de sus ocho filmes presenta cuatro dirigidos por mujeres, refleja el interés por la temática femenina, tal y como lo demuestran la calidad y los reconocimientos alcanzados por películas como: La vida era eso y Libertad.

 Avalado por Nominaciones a los Premios Goya 2022 en seis categorías y ganador de ese lauro en Mejor dirección novel entregado a Clara Roquet y Mejor actriz de reparto para Nora Navas, el largometraje Libertad se presentó en la Semana de la Crítica de Cannes, inauguró el Festival Internacional de Cine de Valladolid, y resultó triunfadora en los Premios Gaudí, como Mejor película en lengua no catalana y Mejor guión.

La directora Clara Roquet cuenta con experiencias anteriores en cuanto a guion y la realización de los cortometrajes: El Adiós y Las niñas buenas. En el libreto cinematográfico del filme presente en la Muestra podemos apreciar una mirada profunda a los conflictos de las migrantes que trabajan para sostener a sus familias desde la distancia a la vez que pierden la cercanía comunicativa y de afectos con sus hijos; centra también la atención en las diferencias clasistas, los tanteos de la adolescencia, los diferentes conflictos que atañen a las mujeres y la amistad entre ellas.

¿Considera urgente hablar desde el cine sobre los temas femeninos?

“Lo considero muy necesario. No es un propósito autoimpuesto, nace de forma natural en mí, no solo por conciencia feminista sino por el lugar que he ocupado desde niña dentro de mi familia, ayudando a mi abuela a cocinar, cuidando a mis mayores. Los cuidados dentro del ámbito familiar son delegados a las mujeres quienes, al ocupar posiciones más privilegiadas, delegan en otras. Cuento el mundo desde esa perspectiva, que creo no ha sido contada. Debemos reclamar el primer lugar dentro de una narrativa. Si no lo contamos nosotras, ¿quién lo va a hacer?”.

Después de El Adiós, ¿cuál es la razón para continuar trabajando la problemática de las migrantes?

“Partí de vivencias personales pero las lecturas, la observación, conocer a muchas en esa situación y alcanzar una solidez teórica sobre el tema me convencieron de la necesidad de hablar de esto, sobre todo teniendo en cuenta que la población europea es cada vez más envejecida y necesita cuidadores. Es muy fuerte no tener el privilegio de cuidar a tus propios hijos, es un problema que sufren aquellas que emigran y se van a cuidar a otros para mantener a sus familias, situación que repercute en el trauma de los hijos que se sienten abandonados. El tema es una metáfora de la diferencia de clases, de la injusticia social”.

El título de esta co-producción hispano belga responde al nombre de uno de los personajes principales, catalizador de la trama, ¿A qué significados de libertad se refiere?

“La película gira alrededor de la pregunta, ¿hasta qué punto podemos ser libres si no tenemos los medios económicos para decidir qué hacemos con nuestro tiempo? Para mí la verdadera falta de libertad pasa por la falta de privilegios. La historia habla de distintos tipos de libertad, expresados en las cuatro mujeres que protagonizan el argumento: la anciana que se siente encarcelada debido a la enfermedad y está encerrada dentro de la casa, la joven latina que no puede escapar del lugar que le ha sido asignado dentro de una sociedad a la que no pertenece, Nora es la adolescente que necesita liberarse del entramado de falsedades familiares y su madre que intenta comenzar una vida nueva después del divorcio”.

Libertad es una adolescente que no quiere vivir en Europa e insiste en regresar al grupo social al que pertenece en Colombia, en el que se siente protegida, ¿por qué plantear la caracterización desde esa perspectiva?

“Me parece importante subvertir la narrativa de que todo el mundo quiere ir a Europa. Para una niña de 15 años perder a sus amigos, su barrio y su grupo de pertenencia es perder la identidad. La emigración resulta traumática, sobre todo al insertarse dentro de la sociedad española que es mucho más clasista y discriminadora de lo que se quiere admitir”.

En el filme debutó la colombiana Nicolle García acompañada de la española Maria Morera. Ambas jóvenes protagonizan la historia evidenciando los matices del tránsito emocional que plantean sus roles, ¿de qué manera asumió guiar a un elenco amplio en el que destacan dos notables de la actuación: Nora Navas y Vicky Peña?

“Dirigir cine es pensar en la estética, el plano, la puesta en escena y dirigir actores, que es lo que más disfruto. Estudié dirección de actores e interpretación solo para asumir la dirección. La construcción de una escena está 50 por ciento en el guión y 50 por ciento en el trabajo con los intérpretes por lo que considero que el casting es muy importante, garantiza que la mitad de tu trabajo ya está hecho. En esta película las mujeres fueron muy generosas las unas con las otras, entendieron que los focos de la interpretación iban a ser las niñas y se creó un espacio muy seguro para experimentar e improvisar. El método de dirección que utilicé fue el mismo con todas las actrices, comunicarnos a partir de la empatía y la intuición. Al trabajar con actores no profesionales como fue el caso de Nicolle, hay que buscar que tengan semejanzas con sus roles para que partan de ellos mismos, mientras que con las actrices profesionales empleé un lenguaje más técnico”.

Vicky Peña, Premio Nacional de Teatro 2009, encarna una anciana afectada por el Mal de Alzheimer. La sutileza que utiliza la actriz para expresar la confusión y los cambios resultantes del trastorno neurológico resulta una clase magistral de actuación, ¿cómo enfocó la dirección de la intérprete?

 “En la historia hay varios elementos que me son muy cercanos pues mi abuela padeció Alzheimer y esa enfermedad es una analogía de la pérdida de la identidad y de la identidad de clase específicamente. La afección neurológica posibilita al personaje de Ángela el acercarse a la colombiana Libertad de una forma humana, cercana, sin prejuicios”.

“Ensayamos mucho con Vicky la presencia y la ausencia, las transiciones de la conciencia a la no conciencia y definimos tres estados en el personaje: su personalidad en el pasado, la fragilidad casi infantil y la irritabilidad como consecuencia y síntoma de la dolencia”.

Usted ha declarado a la prensa que en el rodaje llegó un momento en que soltó el guión y dió paso a la improvisación, ¿cuánto logró despegarse del texto?

“Mi experiencia previa fue mayormente como guionista por lo que me sentía más cómoda en ese rol. El guión de Libertad lo escribí durante varios años, estaba muy trabajado y buscaba filmar exactamente lo que había escrito. Ya en locación me perdía cosas que estaban pasando y que desechaba porque no estaban en el texto. Hubo una escena concreta de las niñas que resultó genuina, natural, y opté por abrirme a lo que pudiera suceder porque el set es un lugar vivo donde suceden cosas valiosas de manera espontánea”.

Más allá de los círculos artísticos, ¿los tópicos que propone interesan a los públicos que han visto Libertad?

“No hay muchas películas de tema social en España y me preocupaba la recepción que recibiría el filme, pero en estos momentos en que la diferencia de clases está creciendo tanto, siento que la película interesa porque aborda una situación que cada vez se hace más relevante. Cada vez hay más ricos y más pobres en todos los países”.

¿Cuenta con apoyo el cine realizado por mujeres en España?

“En Cataluña el Instituto de Cine Catalán y el ICEC tienen interés en desarrollar el cine realizado por directores y directoras de origen catalán y privilegia en cierta medida la cinematografía realizada por mujeres, lo cual es una reparación histórica y aun así no hace que lleguemos a la paridad, pero incentiva que los productores se animen a respaldar proyectos dirigidos por féminas. Se utiliza un sistema de puntos para apoyar los proyectos económicamente atendiendo a la calidad del guión, la propuesta de presupuesto, presencia femenina y otros aspectos de las distintas especialidades. Es una buena estrategia, que ojalá algún día no sea necesaria, no quiero que me den puntos por ser mujer, pero es necesario reparar una desigualdad histórica”.

¿Cuál será la propuesta de su próximo filme?

“Es una historia desarrollada en el ámbito de la práctica del Polo y parte de la relación padre-hija y la transferencia de identidad”.

¿Presentará “Libertad” en el XVI Festival Internacional de Cine de Gibara?

“Si, será la película que inaugurará el Festival. Voy a Holguín con muchas expectativas pues me han hablado mucho del festival y la presencia en él de todas las artes”.

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